Lo que poder tocarte los dedos de los pies dice de tu estado físico
Es posible que seas una de las personas
que ni se inmuta cuando te preguntan si eres capaz de tocarte los dedos de los
pies. "¿Para qué?", piensas, "no todo el mundo puede
hacerlo".
Es posible que por su anatomía, una
persona tenga más dificultades que otra para poder llegar a los dedos de los
pies.
Pero culpar a la naturaleza suele ser una
de las principales excusas para evitar quedar expuestos ante la realidad: la
falta de flexibilidad de nuestro cuerpo.
Pero, ¿es relevante que uno pueda hacerlo?
¿Refleja en algo sobre el estado físico de una persona o su salud? ¿O
simplemente muestra tu flexibilidad?
A otras, en cambio, les cuesta mucho. En la mayoría de los casos es
cuestión de entrenar.
Dos de
los estudios más recientes sobre el beneficio de poder tocarse los dedos de los
pies resaltan que ello no sólo puede mostrar la flexibilidad del cuerpo sino
también la de las arterias coronarias.
Una investigación de 2009 liderada por el doctor Kenta Yamamoto, de la
Universidad del Norte de Texas, en EE.UU., concluyó que un cuerpo menos
flexible en personas de más de 40 años indica una mayor rigidez de las
arterias.
A un resultado similar llegó un estudio elaborado por Masato Nishiwaki,
Haruka Yonemura, Kazumichi Kurobe y Naoyuki Matsumoto en 2015.
Según el trabajo publicado por el Centro Nacional para la Información
Biotecnológica de Estados Unidos, las personas de mediana edad pueden disminuir
significativamente la rigidez arterial con una rutina de estiramiento estático
de cuatro semanas.
Si de pie resulta muy difícil, se puede interntar en el suelo.
Ambos
estudios consideran que todavía es necesario profundizar más en el tema y
aclaran que las personas que no pueden tocarse los dedos de los pies no están
en inminente riesgo de un problema de corazón, aunque unas arterias menos
rígidas benefician su funcionamiento.
¿Puedes hacerlo?
En BBC Deportes te invitamos a sumarte al reto de tocarte los dedos de los
pies a través de una serie de rutinas diarias que incrementaran poco a poco tu flexibilidad.
Es importante ser constantes y usar las mismas técnicas recomendadas. Es
posible hacerlo sentado si de pie resulta muy difícil.
El reto en breve
Propósito
Mejorar la flexibilidad de las piernas y de la parte inferior de la espalda
para poder tocar los dedos de los pies.
Beneficio
Al hacer el movimiento se logra estirar los hombros, la espalda y los
músculos isquiotibiales, incrementando la flexibilidad.
Objetivo
Cuánto te demoraras en completar el reto dependerá qué tan flexible eres
cuando empiezas. Permítete unas ochos semanas si empiezas desde cero.
Observarás resultados más rápido si controlas el tiempo.
¿Futuro?
Una vez que puedas tocarte los dedos no te detengas, continua estirando y
practicando hasta que puedas colocar las palmas de tus manos en el suelo al
lado de tus pies.
Rutina diaria
Paso 1 - Glúteos
Acuéstate sobre tu espalda, con tus pies en el suelo, separados con una
distancia similar a la de tus caderas.
·
Levanta tu pierna izquierda hasta que tu
tobillo se pose en el muslo de tu pierna derecha.
·
Asegúrate que tu rodilla izquierda está
recta hacia un lado, eso trabajará los músculos derechos.
·
Levanta tu pierna derecha que estaba en el
suelo.
·
Utiliza tus brazos para elevar las piernas
un poco más presionándolas hacia ti.
·
Mantén la posición y cuenta hasta 30.
Debes ser capaz de sentir como se estira la parte de atrás del muslo.
·
Cambia de piernas y vuelve a contar hasta
30.
·
Paso 2 - Isquiotibiales
·
Acuéstate en el suelo con tu pierna
izquierda completamente recta enfrente de ti.
·
Levanta tu pierna derecha, que está en
posición recta, y mantenla en el aire.
·
Coloca tus manos por detrás de la pierna
para lograr una posición perpendicular.
·
Cuenta hasta 30. Sentirás el estiramiento
en toda la pierna.
·
Cambia de piernas y repite el conteo hasta
30.
·
Paso 3 - Gemelo
· De pie, coloca las palmas de tu mano en
una pared manteniendo una distancia.
·
Pon tu pie izquierdo medio metro enfrente
del derecho.
·
Presiona contra la pared y dobla un poco
tu pierna izquierda hacia adelante.
·
Mantén tu pie derecho recto y siente el
estiramiento en la parte de atrás de la pierna.
·
Cuenta hasta 30.
·
Cambia de piernas y repite el
estiramiento. Vuelve a contar hasta 30.
·
Paso 4 - Inténtalo
De pie o sentado en el suelo. Coloca las
piernas rectas hacia adelante, levanta el pecho de modo que puedas mantener tu
espalda recta.
·
Dobla tus caderas e inclínate hacia
adelante dejando caer tus brazos. ¡NO DOBLES TU ESPALDA!
·
Sin forzar tu espalda o el cuerpo, toca tu
cuerpo con tus dedos de la mano para saber hasta dónde puedes llegar.
·
Mantén la posición y cuenta hasta 30. Si
es mucho tiempo, cuenta 10 segundos y ve aumentando paulatinamente.
·
Repítelo cada día y notarás que cada vez
lograrás llegar más abajo de tu cuerpo hasta que logres alcanzar los dedos de
tus pies.
No te olvides
Lleva un control de tu progreso, ya que si bien la motivación es diferente
para cada persona, ayuda mucho notar que vas avanzando.
Es importante que no hagas un movimiento brusco cuando lo intentes.
En caso de que sientas molestias en alguna de tus articulaciones o músculos
es mejor que interrumpas la rutina y esperes a que desaparezca el dolor.
Si vuelve a aparecer, te recomendamos que consultes con un preparador
físico o un doctor.
No está demás asegurarse que tienes el espacio suficiente para realizar el
ejercicio.
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